Mérida, Yucatán, 1 de agosto de 2008.- La tradición y el ambiente acogedor que ofrecen las haciendas yucatecas fueron el marco ideal en donde la Gobernadora Ivonne Ortega Pacheco ofreció una cena a diversos invitados, tras rendir su Primer Informe Ciudadano al pueblo yucateco.
El convivio, celebrado en la Hacienda Petcanché de esta ciudad, reunió a unas 400 personas, entre funcionarios del gabinete estatal, diputados locales, federales, dirigentes de cámaras empresariales, representantes de la sociedad civil y autoridades religiosas, así como familiares y colaboradores cercanos de la mandataria estatal.
Entre los acordes y melodías como "Flor de Azahar"y "Voy a apagar la luz" del compositor yucateco, Armando Manzanero, los asistentes disfrutaron de platillos típicos regionales, entre ellos los panuchos, salbutes, codzitos y longaniza de Valladolid.
El menú de esta cena estuvo también conformado por una sopa de lima y como plato fuerte se sirvió cochinita pibil, lomitos, relleno blanco y queso relleno, todos tradicionales de la comida yucateca.
Entre las bebidas se degustaron aguas de pitahaya, lima, tamarindo y horchata. El postre cerró la mágica noche con dulce de papaya, de ciricote, helado de coco y de mamey, dulce de pepita y almendra, así como pastel de atropellado.
En la mesa principal, ubicada en el centro de esta hacienda localizada al Oriente de la capital yucateca, la mandataria estuvo acompañada de los miembros de su gabinete, así como de los presidentes de la Gran Comisión del Congreso local y el Tribunal Superior de Justicia, Jorge Carlos Berlín Montero y Ángel Prieto Méndez, el senador Cleominio Zoreda Novelo y los diputados Gaspar Quintal Parra, Felipe Cervera Hernández, Gabriela Santinelli Recio, Elsy Sarabia Cruz, Enrique Magadán Villamil, José Luis Blanco Pajón y Enrique Castillo Ruz.
Lugar especial ocupó la madre de la Gobernadora, Isabel Pacheco viuda de Ortega y la presidenta del DIF Yucatán y hermana de la mandataria, Guadalupe Ortega Pacheco.
El cielo despejado y el aire fresco que prevalecieron durante la noche permitieron disfrutar a los asistentes de esta convivencia en un lugar declarado sitio patrimonial y de indiscutible valor arquitectónico, histórico y ambiental de Mérida.
El convivio, celebrado en la Hacienda Petcanché de esta ciudad, reunió a unas 400 personas, entre funcionarios del gabinete estatal, diputados locales, federales, dirigentes de cámaras empresariales, representantes de la sociedad civil y autoridades religiosas, así como familiares y colaboradores cercanos de la mandataria estatal.
Entre los acordes y melodías como "Flor de Azahar"y "Voy a apagar la luz" del compositor yucateco, Armando Manzanero, los asistentes disfrutaron de platillos típicos regionales, entre ellos los panuchos, salbutes, codzitos y longaniza de Valladolid.
El menú de esta cena estuvo también conformado por una sopa de lima y como plato fuerte se sirvió cochinita pibil, lomitos, relleno blanco y queso relleno, todos tradicionales de la comida yucateca.
Entre las bebidas se degustaron aguas de pitahaya, lima, tamarindo y horchata. El postre cerró la mágica noche con dulce de papaya, de ciricote, helado de coco y de mamey, dulce de pepita y almendra, así como pastel de atropellado.
En la mesa principal, ubicada en el centro de esta hacienda localizada al Oriente de la capital yucateca, la mandataria estuvo acompañada de los miembros de su gabinete, así como de los presidentes de la Gran Comisión del Congreso local y el Tribunal Superior de Justicia, Jorge Carlos Berlín Montero y Ángel Prieto Méndez, el senador Cleominio Zoreda Novelo y los diputados Gaspar Quintal Parra, Felipe Cervera Hernández, Gabriela Santinelli Recio, Elsy Sarabia Cruz, Enrique Magadán Villamil, José Luis Blanco Pajón y Enrique Castillo Ruz.
Lugar especial ocupó la madre de la Gobernadora, Isabel Pacheco viuda de Ortega y la presidenta del DIF Yucatán y hermana de la mandataria, Guadalupe Ortega Pacheco.
El cielo despejado y el aire fresco que prevalecieron durante la noche permitieron disfrutar a los asistentes de esta convivencia en un lugar declarado sitio patrimonial y de indiscutible valor arquitectónico, histórico y ambiental de Mérida.
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